La comunicación es un aspecto clave para el buen desarrollo del lenguaje en los individuos, por lo cual una alteración de este puede generar conflictos a nivel global de manera que le provoque dificultades en el área social, cognitiva y emocional, por ello es importante brindarle una adecuada atención en sus primeras infancias al individuo.

Vygotsky (1998, citado por Santana et al, 2015) menciona que el periodo de edad donde existe mayor plasticidad en el sistema nervioso y mayor desarrollo del lenguaje en el niño es de los 0 a los 5 años de edad, y si este periodo fue alterado o dañado y no se atendió adecuadamente es muy probable que esta habilidad de lenguaje no se pueda utilizar o aprender cómo se debería.

Etapas de un adecuado desarrollo del lenguaje:

  • Prelingüística (0 a 1 año de edad): la comunicación se da mediante señas, gestos y ruidos.
  • Una palabra (1 a 2 años de edad): quienes tienen un buen desarrollo del lenguaje interpretan o relacionan las emisiones del infante relacionándolo con la situación que se presente.
  • Lenguaje telegráfico (1.5 a 2.5 años de edad): las emisiones del infante son de dos o más palabras o aproximaciones pero aún no logran ser oraciones y a pesar de que son más largo el discurso no logra ser comprensible del todo pues se componen de palabras de contenido como sustantivos y verbos pero no de conectivos.
  • Frases y oraciones simples (3 o 4 años en adelante): las emisiones son breves y dependen del contexto pero ya logran ser comprendidas y reconocidas como oraciones pues hay funciones de sujeto y predicado.
  • Oraciones complejas (3 o 4 años en adelante): la comunicación verbal es más fluida, las emisiones son más largas sin necesidad de un contexto, y estas oraciones complejas se unen de varias oraciones simples. (Santana et al, 2015).

Santana et al. (2015) menciona que entre las personas más propensas a padecer una alteración del lenguaje están:

  • Quienes su riesgo se estableció por lo biológico o lo ambiental.
  • Quienes tienen antecedentes familiares de una alteración del lenguaje.
  • Poca tonalidad de órganos fonoarticulatorios.
  • Dificultades en la alimentación como el atragantamiento o masticación.
  • Infantes que suelen ser considerados muy tranquilos pero que puede que sus hitos motores se encuentren retrasados a lo esperado en su edad.
  • Cuando existen dificultades de socialización por parte del niño.
  • Infantes que se encuentran en un entorno bilingüe.

Referencias

Santana, M. S., Arrieta, Y. Á., Dubalón, D. V., & Jiménez, B. Y. S. (2015). El desarrollo del lenguaje. Detección precoz de los retrasos/trastornos en la adquisición del lenguaje. Revista Cubana de Tecnología de la Salud6(3), 43-57. https://www.medigraphic.com/pdfs/revcubtecsal/cts-2015/cts153f.pdf