Si tomamos en cuenta que la anorexia es una enfermedad de la conducta alimentaria restrictiva, encontramos en quien la padece actitudes como:

  • Prohibirse ciertos alimentos, comer poco y nada, realizar dietas muy severas.
  • Rituales obsesivos con la comida como vivir contando las calorías, desmenuzar los alimentos en porciones muy pequeñas, preparar comida para otras personas y negarse a comerla, etc.
  • Temor intenso a engordar. Mantener el peso corporal por debajo de los valores normales.
  • Miedo de verse obligado a comer en ciertas ocasiones como fiestas de cumpleaños, celebraciones y reuniones sociales.
  • Actividad física excesiva.
  • Taparse el cuerpo con ropa muy holgada. Negación a mostrarse en traje de baño.
  • A veces se realizan ingestas compulsivas de comida – atracones- luego de lo cual aparecen conductas compensatorias como vómito, uso de laxantes o diuréticos para eliminar lo ingerido.
  • Abuso de edulcorantes.

También son importantes las siguientes consecuencias fisiológicas.

– Pérdida de peso significativa, generalmente en un tiempo corto.

– Pérdida de menstruación que no se atribuye a ningún problema ginecológico.

– Palidez, excesiva sensibilidad al frío.

– Debilidad y mareos.

Aparte de las conductas:

  • Alteración del carácter: irritabilidad, ira.
  • Inseguridad sobre las propias capacidades.
  • Sentimiento de culpa y autodesprecio por el hecho de haber comido o por haber dejado de hacerlo.
  • Aislamiento social.

Los padres deberán estar seguros de que su hijo (a) tiene anorexia, para poder ayudar y buscar tratamiento profesional para este trastorno alimentario, ya que si presenta las características antes descritas indudablemente requiere un tratamiento psicoterapéutico apoyado de un psiquiatra, así como orientación para sus padres mediante un profesional capacitado para poder ayudar en casa a su familiar anoréxico.