En primer lugar, comentamos que la pandemia ha ocasionado que millones de niños de muchos países del mundo, no vayan a la escuela, ni a realizar sus actividades que día a día practican.
Ahora con la pandemia permanecen mas tiempo en su casa, exponiéndose a un cúmulo de dispositivos electrónicos que sirven de informantes de verdades o no verdades en lo que respecta a la pandemia.
Todo esto puede ocasionarles dificultades para comprender lo que ven en las pantallas de los dispositivos electrónicos y lo que escuchan en las conversaciones de los adultos o integrantes de la familia, adoptando emociones como tristeza, ansiedad, miedo, etc. por lo experimentado.
La UNICEF sugiere, preguntar a sus hijos qué saben sobre la pandemia, y sobre lo que sepan explicarles la verdad para que vean realmente, sin exageraciones ni conversaciones alarmistas, sino verdaderas.
Ayudarles para que vean a la pandemia como una oportunidad para que sepan protegerse de una manera divertida, aprovechando sus intereses de juego, ya sea con videos, con canciones o bailes u otras tareas divertidas.
Por la gran cantidad de información que hay respecto al coronavirus, los niños saben que es muy probable no contagiarse, que hay personas que no presentan síntomas graves y que hay muchas personas, como doctores y enfermeras trabajando para mantenerlos a salvo.
Compartir experiencias
Los adultos podemos compartir las experiencias con los niños y hacer que vean que, en la pandemia, los profesionales de la salud, científicos y jóvenes, trabajan para detener el brote y mantener segura a la población.
No angustiar a los niños
Tomar en cuenta ser prudentes en las conversaciones con los niños para no dejarlos angustiados, por el contrario, hacerlos sentir protegidos y apoyados en todo momento para contribuir a que los niños vean la pandemia según sean las conversaciones de los grandes y la información que vean en los medios electrónicos.