Cuando nuestros hijos llegan a una determinada edad cambian de actitud hacia los padres y se vuelven más celosos de su intimidad, incluso, en determinados casos pueden llegar a adquirir una actitud negativa.

Los adolescentes se tornan desconcertantes porque es cuando las hormonas empiezan a transformarlos y sobrevienen cambios físicos, psicológicos y emocionales.

La mayoría de los adolescentes no duermen lo suficiente, habitualmente porque tienen horarios sobrecargados o porque pasan demasiado tiempo enviando mensajes de su teléfono móvil, computadora o chateando con amigos hasta la madrugada. Otros adolescentes intentan acostarse temprano pero en lugar de conciliar el sueño y dormir las horas que necesitan, se pasan horas acostados pero despiertos.

Los teléfonos móviles son pésimos compañeros de cama, especialmente cuando se apagan a media noche. Los adolescentes pueden pensar que todos los mensajes de texto se deben contestar inmediatamente, sin importar la hora. Incluso los mensajes de texto en las primeras horas de la noche pueden afectar el sueño. Escuchar las alertas constantes de los mensajes de texto puede hacer imposible relajarse y quedarse dormido.

En realidad los adolescentes necesitan más de 9 horas de sueño por noche desafortunadamente, la mayoría de los adolescentes no duermen las horas que necesitan, es por ello que se les sugiere a los padres de familia checar cual es el horario que tiene su hijo, que actividades está realizando durante el día y parte de la tarde que no le permite conciliar el sueño a una hora establecida.

Muchos de los adolescentes duermen durante todo el día porque por la noche realizan las actividades que deberían hacer por la tarde, muchas de estas cosas refieren a tareas escolares, tareas domésticas en algunos casos y la mayoría de ellas es porque se la pasan platicando con amigos, novio (a).

Si se establecen reglas y un horario determinado tanto para actividades y aparatos electrónicos nos ayudará a controlar su horario de sueño.